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jueves, 5 de agosto de 2010

VICISITUDES: EL DESTINO QUISO, YO LO BUSQUE







Hoy ha sido uno de los días más productivos y de felicidad. Se que hay mucho por hacer pero también me han enseñado que uno recoge lo que siembra. No se si he sembrado mucho pero lo que he recogido es increíblemente enriquecedor para el alma sedienta de éxitos. Quiero gritar una y mil veces gracias, no se si a mi o a alguien en particular pero solo se que festejaré en mi solitaria inocencia mental y compartiré con los míos con mucha tranquilidad sabiendo que mañana nos espera un nuevo molino con el que luchar en esta Odisea de la vida, que cual velero transita por todos los mares habidos y por haber con lluvia y con sol, con tremendas tormentas que agitan y con calmas para reflexionar sobre las enseñanzas y prepararnos para algún huracán enfurecido a la vuelta de la esquina o en la próxima oportunidad que tire el ancla, según las circunstancias indelebles del destino.

Se que late en mi pecho un motor inclaudicable, que ruge mas fuerte que las fieras indomables, que busca lugares propicios. Que fermenta alegrías inmensas y regocijantes. Que quiere seguir viviendo en aquel mundo de Calderón y no importa si es necesario pensar para existir o existir para después pensar sino simplemente vivir y dejarse llevar por las olas de aquellos mares.

Mares que han fagocitado a tantos que no creían en su velero, en la fuerza de su corazón, que eligieron caminos supuestamente más fáciles para no enfrentar tiburones, pero que cayeron y siguen cayendo. Seguro encontraron su destino por los caminos que tomaron para evitarlo.

Sin embargo nuestro velero continúa avanzando hacia la libertad, hacia ese mundo nuevo donde la gente es sencilla, sin soberbias, sin mentiras, sin armas, donde habitan hombres de bien y reinan magnificas palabras LIBERTAD, SOLIDARIDAD, PAZ, HUMILDAD y AMOR. En aquel lugar, me dijeron, no se da al otro lo que sobra se comparte lo que hay, no existen las fronteras pero hay un peaje donde se deja afuera el egoísmo, porque nada nos pertenece. Aun debatían a través de soplos y con un alto nivel de entendimiento, filósofos y sabios, si la vida nos pertenece o no, se habló de un tal Destino.

La gente no habla mucho, escuchan más los sonidos que Dios regala a través de la naturaleza, hablan con ella solo con suspiros, la cuidan y festejan frotándose las manos el magnifico colorido de la primavera. Huelen mas, hablan consigo mismo e increíblemente con su silencio. Sus mentes no preguntan ningún ¿Por que? ¿Como? ni ¿Cuando?. Su respiración es mas calma, caminan pausado, no usan zapato y su ropa es muy liviana. Algunos pueden volar cuando se concentran, otros transformarse en luz, unos se desintegran y vuelven a componerse. Allí es más sabio el que no ve. Su preocupación no es la plata. Nadie anda enojado. Allí seguramente quisiera llegar. Hasta allí me guiara la constelación de capricornio, la misma que alimento a ZEUS como hace tantos siglos con empeño, madurez, sabiduría y paciencia. Allí nada se oculta, todo es transparente. En ese lugar ataré las amarras sabiendo que siempre habrá nuevos lugares para descubrir en el infinito universo, y pensando que el destino baraja las cartas pero yo soy el que juego.






O. CH. E

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