Una más se nos ha ido, una mas y no es igual a todas. Todas son distintas y han sido, no solo constructoras de historias, sino que las han impreso en nuestros recuerdos, en nuestra conciencia, han llenado el inconsciente. Allí se esconden instantáneamente, se reconstruyen, se disfrazan de fantasmas temporales y se unen a otros momentos y elementos, y se vuelven a construir esplendorosas, mas aun cuando las emociones hacen la síntesis final, cuando esas historias aparecen en imágenes tipo flashes cortos al final de una vida.
Esto me pasó con esta señora. Siempre están en nuestros planes estos veteranos. Forman parte de nuestra locura rescatistas, como un bombero pero de historias, de frases, de imágenes, todo hemos querido registrarlo, escribirlo, observarlo y guardarlo en la memoria. Hemos vivido la vida para eso, para darle valor a ciertas cosas no valoradas. Han formado parte de mi plan de entrevistas, pero siempre llegó tarde, ocupado por las urgencias de sobrevivir en la vida, no me queda tiempo para lo esencial, es mas, se muy bien que lo esencial no me reditúa dinero, o quizás no he logrado encontrarle para poder disfrutar mas de eso, pero menos mal que no reditúa, es mas disfrutable y mágico.
Necesito hacer dos párrafos de prologo para destacar la figura de esta señora, charlatana en un buen sentido, participativa en las comisiones que me tocó trabajar junto a ella. Conocedora de ciencias milenarias. A ella acudía por algún empacho mio, por glotón, o el de mis hijos. Sonrisa cómica, sus palabras te hacían pensar, tiraba siempre de la rienda para que puedas pensar en otras posibilidades y después el clásico "vaya a saber". De la misma manera que desparramó sobre mi mente inquieta aquella interesante propuesta de los Ovnis que en mi investigación infantil traté de combinar con las cosas raras que sucedían en Quebracho, hasta pensé, en aquella adolescencia inquieta, que si los hechos sucedieron en el 79´ quizás yo podía ser extraterrestre, o si su hijo tenía tanta fuerza y disciplina para el deporte, quizás tenían alguna relación con aquellos objetos, que en aquel 79 había "transformado la noche en día" en la zona de Mataojo.
Fue la gran compañera de mi madre por muchas noches, en aquellas épocas complicadas de nuestra juventud. Revolviendo en mi recuerdo no se si hasta no "timbiabamos" o jugábamos a algún juego de mesa o a las cartas, en frías noches de invierno. Se sentaban en el porche a hablar de las cosas de la vida, las dos, y en la época de cobro, a fin de mes, aquel boliche era un desconcierto de voces, entre todas aquellas mujeres que venían desde la campaña, de hablar rapidito.
Nery Martinez de Oviedo, fue muchas cosas, costurera, ama de casa, amiga de mi madre, fue quien me vencía los empachos con una cinta y con mi hermano remedábamos a carcajadas en las primeras citas con la "mano santa". Fue una mujer muy luchadora que debió, como tantas otras, sufrir la muerte de su esposo y la peor de todas, de uno de sus hijos. Pero siempre disparaba una sonrisa y un cálido saludo. Su etapa social la vivió fuertemente en AJUPEQUE y allí volvimos a encontrarnos en algunas actividades, conjuntamente con su creativa hija Natividad. Allí participó poniéndole melodía a la voz en el coro "Amalgama" y fue con ella que estuvimos por el 99´ en aquella jornada memorable del coro en el atrio de la Intendencia de Montevideo.
NO escribo ni homenajeo después de fallecida la persona porque si. Es que la idea es entrevistarlos en vida, lamentablemente, cuando se nos van, la única forma que tengo de recordar parte, apenas de lo que realizaron, es mediante la escritura. No se si es el justo homenaje o quedará algo en el tintero pero es la forma que he encontrado de homenajearlos, ¿podíamos haberlo hecho en vida?, claro que si, pero estuvimos ocupados viviendo y cuando los tenemos no sabemos valorarlos esencialmente.
Mil disculpas "DOÑA OVIEDO", tal como mas la reconocimos, Que En Paz Descanse, es un justo merecimiento por su labor terrenal.
Fue la gran compañera de mi madre por muchas noches, en aquellas épocas complicadas de nuestra juventud. Revolviendo en mi recuerdo no se si hasta no "timbiabamos" o jugábamos a algún juego de mesa o a las cartas, en frías noches de invierno. Se sentaban en el porche a hablar de las cosas de la vida, las dos, y en la época de cobro, a fin de mes, aquel boliche era un desconcierto de voces, entre todas aquellas mujeres que venían desde la campaña, de hablar rapidito.
Nery Martinez de Oviedo, fue muchas cosas, costurera, ama de casa, amiga de mi madre, fue quien me vencía los empachos con una cinta y con mi hermano remedábamos a carcajadas en las primeras citas con la "mano santa". Fue una mujer muy luchadora que debió, como tantas otras, sufrir la muerte de su esposo y la peor de todas, de uno de sus hijos. Pero siempre disparaba una sonrisa y un cálido saludo. Su etapa social la vivió fuertemente en AJUPEQUE y allí volvimos a encontrarnos en algunas actividades, conjuntamente con su creativa hija Natividad. Allí participó poniéndole melodía a la voz en el coro "Amalgama" y fue con ella que estuvimos por el 99´ en aquella jornada memorable del coro en el atrio de la Intendencia de Montevideo.
NO escribo ni homenajeo después de fallecida la persona porque si. Es que la idea es entrevistarlos en vida, lamentablemente, cuando se nos van, la única forma que tengo de recordar parte, apenas de lo que realizaron, es mediante la escritura. No se si es el justo homenaje o quedará algo en el tintero pero es la forma que he encontrado de homenajearlos, ¿podíamos haberlo hecho en vida?, claro que si, pero estuvimos ocupados viviendo y cuando los tenemos no sabemos valorarlos esencialmente.
Mil disculpas "DOÑA OVIEDO", tal como mas la reconocimos, Que En Paz Descanse, es un justo merecimiento por su labor terrenal.
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