¿Cómo pudo realizar Piri Reis en el siglo XVI mapas detallados de tierras y continentes que no habían sido descubiertos?
¿Cómo es posible que mapas de los siglos XVI al XVIII detallen con precisión milimétrica el continente antártico, que no fue descubierto hasta 1818? Y lo que es más, ¿ cómo se explica que esos mapas lo dibujen sin hielos, cuando desde hace más de 6000 años sus costas están literalmente congeladas? Los cartógrafos lo tienen así de claro: ellos copiaron sus mapas de cartas de navegación diseñadas en la oscura noche de los tiempos. Pero, ¿Por quién? El palacio Topkapi, en Estambul, fue trasformado en 1929 en museo de antigüedades. El 9 de noviembre del mismo año el director del Museo Nacional Turco, B. Halil Eldem, encontró dos fragmentos de un mapa trazado por el marino Piri Reis, que antaño desempeñó el cargo de almirante de la Flota en el Mar Rojo y en el golfo Pérsico. Fue en 1513 cuando Piri Reis, en la ciudad de Gallípoli, comenzó a confeccionar los mapas, que en 1517 ofreció como regalo al sultán Selim I, conquistador de Egipto, durante un viaje que hizo por este país. Ya antes de este hallazgo, Piri Reis gozaba en Turquía de gran fama como cartógrafo, al conservarse hasta 215 mapas firmados por él, junto con un escrito marginal -bahriye- en que el propio autor los comenta.
El bahriye significa colección, y en él Piri Reis decía que para realizar esta compilación se había basado en mapas más antiguos. En cuanto a los nuevos mapas a los que nos referimos, fueron trazados sobre piel de gacela y aún pueden apreciarse sus exquisitos colores. Los fragmentos hallados forman parte de los planisferios -definitivamente perdidos, según se cree- que utilizaba nuestro almirante. En el bahriye escribe Piri Reis: "Los dibujó el pobre Piri Reis, hijo de Hadj Mehmet, conocido como sobrino carnal de Kemal Reis, en la ciudad de Gelibolu (Gallípoli). Dios tenga misericordia de ambos, en el mes del santo Muharrem del año 919 (9 de marzo - 7 de abril 1513)". Entre los mapas realizados por Reis figura uno fechado en 1513, en el cual se incluye Gran Bretaña, España, África Occidental, Atlántico, parte de Norteamérica, Sudamérica y la costa de la Antártida hasta una zona por debajo de África. Como está rasgado, se sospecha que debió contener también Europa, Asia y Australia. Un segundo mapa datado en 1528 abarca Groenlandia, Labrador, Terranova, parte de Canadá y la costa oriental de Norteamérica, hasta Florida. En el bahriye Piri Reis anotó que preparó sus mapas utilizando también 20 viejos planos y 8 mapamundis confeccionados en la época de Alejandro y que en ellos aparecía la totalidad del mundo habitado. Esta anotación elevó la sorpresa de los investigadores a grados mucho más altos: ¿de modo que unos mapas fechados en el siglo XVI nos trasladaban de golpe a muchos siglos atrás?. Si es así, debemos creer que en los tiempos de Alejandro Magno (siglo VI antes de Cristo) eran conocidos los mares y continentes que aparecerían después en el behriye y en los propios mapas de Piri Reis.
Durante el año Geofísico Internacional, 1957, se interesó también por los mapas el padre Lineham, antiguo director del observatorio astronómico de Weston y cartógrafo de la Marina Estadounidense. Su conclusión fue la misma: los mapas (especialmente la zona de la Antártida) son increíblemente precisos, llegando a ofrecer datos que a nosotros únicamente nos constan después de las expediciones antárticas que suecos, británicos y noruegos llevaron a cabo en 1949 y 1952.
El 28 de agosto de 1958 tuvo lugar en la universidad de Georgetown una audición pública de Mallery y Lineham, que fueron interrogados por un tal Warren. He aquí algunos extractos de las actas: WARREN: Nos resulta hoy difícil comprender cómo unos cartógrafos anteriores a nosotros en muchos siglos pudieron llegar a ser tan precisos, siendo así que apenas acaban de nacer los métodos científicos de la moderna cartografía. MALLERY: Este problema nos dio, naturalmente, no poco que pensar... En todo caso no podemos imaginar cómo fue posible trazar un mapa tan exacto sin la ayuda de un aeroplano. El hecho es que aquellos cartógrafos lo hicieron y, por si ello fuera poco, los grados de longitud fueron determinados de modo absolutamente correcto, cosa que sólo hace dos siglos hemos podido conseguir nosotros. WARREN: Padre Lineham; usted que ha tomado parte en las investigaciones sísmicas de la Antártida, ¿comparte el entusiasmo de su colega por estos nuevos descubrimientos? LINEHAM: Desde luego. El método sísmico nos ha permitido descubrir cosas que parecen confirmar en gran medida los detalles geográficos apuntados en esos mapas; mapas de tierra firme, proyección de las montañas, mares, islas, etcétera. Creo que con el método sísmico podríamos quitar aún más hielo de todas estas tierras señaladas en los mapas, y se comprobaría que son todavía más correctos de lo que nos inclinamos a pensar. Las mediciones abarcaban territorios desconocidos en la época del navegante turco Piri Reis.
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